Terra N.4 – INVITADOS
EL RIESGO SOCIAL DE LA GEOLOGÍA
El mes de septiembre tiene un aroma especial, no por el sentido consumista del famoso y controversial “día del amor y la amistad”, o por la conmemoración de las décadas de ese gran triunfo en el “Monumental de Núñez”. Es especial para nosotros, los geólogos, por la conmemoración de la fecha de expedición de la ley novena, la Ley del Geólogo.
Un 30 de septiembre de 1974, tras la gestión del colega Guillermo Ujueta, el Congreso de la República proclama una ley que fundamenta y engrandece nuestro quehacer; porque la labor profesional de los geólogos tiene un alto riesgo social. ¿Pero qué es este riesgo? Para algunos, en un país con un conflicto social e histórico vigente, sería la factibilidad de que algún colega sea afectado por el mismo. Como ha pasado, pasa; y esperemos que en el futuro nunca suceda.
Es importante comprender que una profesión que tiene un alto riesgo social, es aquella en la que se involucran análisis, donde se puede determinar la magnitud de la inseguridad a la que están expuestos los bienes, valores, inversiones y vidas de las personas, que se pueden categorizar según el nivel de afectación con respecto a ciertos grupos sociales determinables. Por estas razones el Estado colombiano genera su regulación, exige títulos de idoneidad y vigila su desarrollo, ejerciendo el control y la vigilancia sobre su ejercicio. Se expiden títulos para las actividades que requieran formación técnica o científica, pero para su ejercicio legal se debe contar con la respectiva matrícula o certificado profesional.
Eso hace especial y esencial la ley 9a del 30 de septiembre de 1974; para algunos muy antigua, porque evidentemente necesita ser modernizada. Pero el rescatar la Geología del Consejo profesional de Ingeniería y Arquitectura, donde los geólogos estábamos condenados a ser una profesión de segunda clase o auxiliar, debe ser enaltecido. La existencia del Consejo Profesional de Geología (CPG), implica que el estado reconoce, mediante su actividad como ente legislativo, nuestro oficio.
El CPG hace defensa de los derechos profesionales mediante control, vigilancia y la verificación de los geólogos extranjeros que ingresan al país, a través de migración Colombia; y de manera directa con las empresas donde reportan su vinculación. Se revisan los procesos de contratación que vulneran la Ley 9a y son denunciados oficialmente por colegas, y otros profesionales que entienden la importancia de nuestro quehacer.
En los congresos y eventos geológicos nacionales, el CPG organiza foros sobre educación y ética que se constituyen en escenarios para el contacto permanente entre las escuelas de geología. También hace promoción de la profesión, y acompañamiento y asesoría a las escuelas de Geología que son parte de su junta directiva, o para las que soliciten ingreso a la misma, revisando su pensum académico para que cumpla con los estándares mínimos que requiere la formación de un geólogo. En las juntas mensuales se promueven discusiones y capacitaciones, referentes al proceso de formación del geólogo colombiano. También se realizan visitas a cada una de las escuelas, con el fin de mantener estándares de calidad. Se conocen, verifican y establecen redes entre los laboratorios; de igual manera se analiza la idoneidad de los mismos para las prácticas académicas.
El Consejo Profesional de Geología es una entidad anticorrupción, encargada de velar para que el ejercicio profesional de nuestro oficio se enmarque en parámetros de buenas prácticas, lealtad, respeto, transparencia y conocimientos idóneos. Esto ha disminuido significativamente los niveles de riesgo al que se somete la sociedad y los mismos profesionales, durante la práctica de la geología. Es deber de todos mis colegas conocer la Ley 9a, su código de ética y resoluciones reglamentarias internas. Y entender al CPG como la entidad para la que fue constituida, y no la que imaginamos que debería ser.
La Geología es la ciencia del pasado, del presente y sobre todo, del futuro. La injerencia de la Geología en la sociedad es incalculable, y los primeros que debemos apropiarnos del conocimiento geocientífico somos nosotros, los geólogos. Debemos ver nuestro entorno, sus problemas, sus falencias, sus necesidades desde nuestra óptica, y es seguro que el conocimiento geológico podrá aportar soluciones. Así pues, apropiémonos de nuestro saber, defendámoslo y utilicemos la herramienta importante que es el CPG. Denunciemos las irregularidades a través de los canales oficiales: esto es proteger la Geología, nuestra profesión.
Ilich Sebastián Villamizar
Representante Universidad de Pamplona CPG.