Por: Clemencia Gómez González, Geóloga PhD
Trabajo para geólogos: si hay, y mucho! El problema está, en que como gremio y como profesionales, no hemos sabido ganar los espacios. Nuestra formación técnica va más allá de la administración, de la política y del establecimiento de relaciones con el alto gobierno.
Si revisamos cuantos geólogos o ingenieros geólogos han sido directores, presidentes, ministros, viceministros o cualquier cargo de carácter directivo y promotor de las políticas sectoriales que nos afectan, se pueden contar con los dedos de las manos.
El desconocimiento, por parte de la gente del común, de nuestro quehacer y de su importante aplicación en todos los ámbitos es responsabilidad nuestra, el “mea culpa” con el que debemos cargar y en el que nos debemos concentrar para buscar una solución conjunta entre agremiaciones, academia y cualquier doliente de esta causa.
Para comenzar, es ideal que cada municipio de Colombia cuente con los servicios de un geólogo, así como existe una UMATA (Unidades Municipales de Asistencia Técnica) en donde los veterinarios y agrónomos llevan trabajando por el desarrollo rural del país por más de 20 años. Pero, ¿porqué un geólogo en los municipios? Porque todos y cada uno de los municipios se encuentran expuestos a algún tipo de amenaza que puede constituir un riesgo, porque por Ley todo municipio debe tener un Esquema de Ordenamiento Territorial o un Plan de Ordenamiento Territorial, dentro de los cuales uno de los insumos principales es geológico. Además, porque en Colombia existen municipios cuya principal fuente de ingresos son los recursos minero-energéticos, entre otros. Entonces, ¿porque no pensar en que sea un geólogo, un profesional idóneo, el que articule su conocimiento geocientífico con las necesidades de cada municipio?
Sueño con que en cada municipio de este país haya un geólogo que interactúe con las empresas públicas y privadas, que articule su trabajo con los entes estatales y las Universidades, un profesional que logre romper la gran brecha de conocimiento geológico básico existente y ayude a permear entre la comunidad y la importancia de la geología como ciencia.
Que tal una sola entidad, como el Servicio Geológico Colombiano articulando y liderando el trabajo de un geólogo en cada uno de los 1096 municipios, que de acuerdo con el IGAC existen en Colombia… ¡Sería fantástico! Esta sería la oportunidad de emplear a 1096 geólogos de los 4048 que estamos inscritos en el Consejo Profesional de Geología.
Hablemos ahora de las vías 4G, también llamadas carreteras 4G, y formalmente Cuarta Generación (4G) de Concesiones Viales de Colombia, el proyecto de infraestructura vial que plantea la construcción de más de 8000 km de carreteras, incluyendo 159 túneles; una oportunidad única para que, supervisada por un geólogo, se recopile la información técnica para todo tipo de análisis que nos permita avanzar en el conocimiento geológico y paleontológico del país. Entonces, si no actuamos ya ¡se nos va a quemar el pan en el horno!.
Y no dejemos atrás los cambios que deben darse en la academia. El Plan Desarrollo Minero 2014 define “En la labor de combatir falsos paradigmas es fundamental la participación de las universidades, es esencial que las facultades en ciencias de la tierra incluyan en sus programas académicos cursos sobre los impactos de la
Qué decir de los entes de control, donde son contados con los dedos de las manos los geólogos que se encargan de cumplir esta misión estatal, incluso existiendo entidades públicas del sector minero energético con acompañamiento permanente de los mismos. ¿No sería más fácil para las entidades dar explicaciones técnicas a alguien que comprenda los proyectos del área de las geociencias?
Y no podemos olvidar los sitios de incalculable valor patrimonial desde el punto de vista geológico, geomorfológico y paleontológico con los que cuenta nuestro país.
Tenemos, por mencionar sólo algunos, Villa de Leyva, el Cañon del Chicamocha, el Desierto de la Tatacoa, el Macizo de Floresta, Gorgona, Chiribiquete, las salinas de Nemocón y Zipaquira, Guane, la Quebrada el Cobre, en donde la información que existe y podría recolectarse es de inmensurable valor. La Universidad Nacional, sede Medellín, ya está participando en esta tarea. Entonces, ¿No sería este el momento para empezar a trabajar con otras universidades? Los antropólogos, arqueólogos e historiadores tienen su ICANH, y nosotros deberíamos acompañar y fortalecer al Servicio Geológico, que satisfactoriamente y dentro de sus funciones ya ha empezado a caminar en esta vía.
Y ni hablar del impacto en el tema hidrogeológico. Como dicen los abuelos, la próxima guerra será por agua, y nosotros un país con inmensa diversidad, debemos tener clara nuestra riqueza hídrica y hacer lo posible porque el desarrollo productivo de todos los sectores sea sostenible con esta riqueza. Necesitamos darle agua a quien la necesita, entendiendo el agua como un recurso vital. Pero no podemos satanizar las actividades extractivas, sin contar con información técnica basada en datos.
La falta de conocimiento geológico en todas las áreas es vergonzoso para un país que cuenta con más de 4000 geólogos. La falta de políticas claras e institucionalidad de los sectores relacionados nos ha llevado a este rezago. Necesitamos un país en donde el potencial minero y petrolero sea conocido por parte del Estado, para que sea bien administrado, requerimos de mapas de amenazas, vulnerabilidades y riesgos ajustados a la realidad y con soporte en datos para prevenir desastres naturales. Precisamos conocer y proteger la riqueza geológica y paleontológica, necesitamos identificar, proteger y cuantificar la riqueza hídrica.
Por qué no pensar en las regalías que se pagan por la extracción, nuestros recursos minero- energéticos son una fuente destinada al conocimiento geológico del país en todas sus áreas de aplicación. No podemos permitir que se continúe legislando con tanto desconocimiento geológico. Los recursos asignados actualmente en ese sentido, no dan abasto para suplir los vacíos existentes.
Necesitamos geólogos, muchos geólogos, trabajando en los municipios, en las concesiones viales, en el Servicio Geológico Colombiano, en la Agencia Nacional de Minería, en la Agencia Nacional de Hidrocarburos, en la Unidad de Planeación Minero Energética, en el Ministerio de Minas, en el Ministerio de Medio Ambiente, en las Corporaciones Autónomas, en los entes de control, en la Universidades, en COLCIENCIAS, en el INVEMAR, en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, en la Unidad de Parques Nacionales, en el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, en las empresas privadas del sector minero-energético, en el IGAC, en la DIMAR, sólo por mencionar algunas, geólogos que como la tabla periódica de los elementos, los minerales y las rocas estén en todas partes.
Necesitamos agremiaciones de profesionales y estudiantes fortalecidas, respaldadas por todos nosotros, que investiguen, publiquen y divulguen en los medios de comunicación, que actúen como órganos consultivos del gobierno, que permeen en todos los medios y que hagan valer la importancia del quehacer del geólogo.
Y porque no un documental “Colombia, geología para todos” para llegar a la gente, para hacer valer nuestra profesión y nuestro quehacer, para que por fin cada colombiano sepa que hace un geólogo.
Pero todo esto tenemos que hacerlo ya… Porque en Colombia trabajo para geólogos: si hay, y mucho!